“El gobierno de Macri no construyó ni un solo kilómetro de red de extra alta tensión eléctrica en el país“, señaló Sergio Lanziani.
El ministro de Energía de Misiones explicó que el apagón histórico ocurrió por una sobrecarga del sistema por cuestiones de ahorro de dinero. E indicó que desde la llegada de Cambiemos al poder hay un claro proceso de desinversión en materia energética.
“Hoy el titular de la Secretaría de Gobierno de Energía, Gustavo Lopetegui, irá al Congreso a dar explicaciones sobre el apagón masivo. Y creemos saber lo que dirá –abrió el fuego Lanziani en diálogo con Mañana Sylvestre-. Pero vamos a decirle a la gente lo que pasó ese 16 de junio a las 7.06 am. Si miramos el mapa de la red de alta tensión de la Argentina, veremos que hay dos grandes redes que correr paralelas al Río Uruguay por la ruta 14, que evacuan la energía que generan Yacyretá y Salto Grande. Además hay una interconexión muy fuerte con Brasil en Garaví, donde se está proyectando hacer uno de los cierres del proyecto que Macri anunció con Bolsonaro. El último tramo de esas dos líneas -entre Colonia Elía y la entrada a Buenos Aires en Campana-, estaba interrumpida desde el 18 de abril, estaba fuera de servicio por lo que se conoce: estaban cambiando una torre de alta tensión. Ese día domingo por la mañana la demanda argentina estaba en los 13 mil megavatios de potencia, y el verano anterior habíamos llegado a 26 mil; con lo cual si no saltó con 26 mil, jamás debió haber ocurrido el apagón…”.
“No obstante –continuó Lanziani-, ocurrió lo que se venía pensando que podía suceder, aunque no en esa magnitud… Porque nosotros los misioneros el 31 de diciembre tuvimos una desconexión total de la provincia; y el 27 de abril un sábado a la noche otra vez quedamos a oscuras por salida de servicio de la red de 500 kilovatios que abastece a Misiones desde la usina de Yacyretá. Bueno, volvió a ocurrir una desconexión de estas líneas: se cortaron los dos tramos que ingresan a la provincia de Buenos Aires. Y eso trajo la desconexión de un tramo que está más arriba, entre Mercedes y Colonia Elía. Y el sistema se desbalanceó totalmente”.
“¿Por qué ocurrió esto? Hay muchas especulaciones –detalló el ministro de Energía de Misiones-. Los especialistas hacen referencia a un ´despacho optimista`. Quiere decir que cuando usted sobrecarga el sistema por un tema económico, porque quiere ahorrar dinero o porque ahí tiene energía más barata para importar desde Brasil, o quiere darle más despachos a la hidroeléctrica del nordeste, al sobrecargar el sistema con esta generación y salir de servicio 3 redes eléctricas, se produce un desbalanceo que terminó con un blackout”.
“Si dice lo que creemos que va a decir, Lopetegui en primer lugar le echará la culpa a Transener, que es la operadora del sistema de transporte de alta tensión en su mayor parte en la Mesopotamia argentina. Esta empresa tiene a su cargo casi 8800 km de red eléctrica de alta tensión. Ese es el corazón del transporte en el nordeste. Lopetegui también le va a echar cierta culpa a las distribuidoras, porque cuando se producen estos acontecimientos, hay modificaciones en la frecuencia de la línea y ellas tienen la obligación de tener relés de su frecuencia para amortiguar estos problemas. Entonces se va a repartir un poco la responsabilidad entre Transener y las distribuidoras. Pero está claro que la responsabilidad objetiva es del Estado Nacional, y particularmente de Cammesa”, puntualizó Lanziani.
Consultado sobre si esto se hubiese podido evitar, el ministro de Energía de Misiones fue tajante: “Debió haberse evitado. Porque no puede ser que con un nivel de demanda de apenas 13 mil megavatios se produzca este apagón… ¿Sabe cuánta potencia instalada tiene Argentina? Aproximadamente 36 mil megavatios de potencia instalada. ¿Entonces cómo puede ser que con una demanda de 13 mil un día domingo tengamos un blackout y arrastremos a 50 millones de personas en toda la región? Le parece que le podemos echar la culpa a la inexistencia de relés o a alguna persona que estaba operando el sistema?”.
Sin inversiones
Lanziani destacó que “hay que expandir el sistema. ¿Por qué razón? Porque existe una correlación directa entre PBI y consumo de energía –especialmente de energía eléctrica, que es la versión más moderna de la energía-. En 2002 el PBI de Argentina era U$S 97 mil millones. Para 2015 ascendió a U$S 518 mil millones. Es obvio que hay que acompañar el sistema eléctrico para sostener ese crecimiento. Eso ocurrió fundamentalmente entre 2003 y 2013. En 2003 Argentina tenía 9.700 km de redes de extra alta tensión; y para 2013 habíamos llegado a 14.300 km”.
“Hay que avanzar tanto en el frente de la generación como el del transporte –añadió Lanziani-. En todo ese tiempo hubo una gran expansión de la red de extra alta tensión que es como la columna vertebral del sistema. ¿Sabe cuántos kilómetros de red de extra alta tensión se construyó desde 2015 hasta ahora? Cero. Y por ejemplo hay obras que son impostergables –de hecho una de ellas hubiera servido para atenuar este problema-, como es la construcción de la doble terna entre Rincón de Santa María (es decir el nodo de Yacyretá) con la ciudad de Resistencia: esa red está en un 60% aproximadamente de su construcción, cosa que se hizo hasta 2015 y luego se paralizó totalmente, como la otra que va de Bahía Blanca hacia el sur”.
Derecho de inclusión social
“Usted lo primero que tiene que hacer cuando asume como presidente es definir si la energía en todos sus aspectos –que es el principal motor del desarrollo socioeconómico- es una mercancía o un servicio público esencial. Si es una mercancía, usted dice `bueno, esto cuesta tanto, el que puede pagar lo paga, el que no, no consume y arréglense como puedan, que es lo que veníamos escuchando cuando asumió Aranguren, quien terminó diciendo que la energía eléctrica no es un derecho humano de inclusión social…, cuando lo cierto es que usted no puede hacer nada hoy sin energía eléctrica…”, expresó Lanziani.
“Al inicio este Gobierno puso más de 3 millones de hogares con tarifa social –recordó el ministro de Energía de Misiones-. Y a partir del 1 de enero de 2019 se quitó absolutamente la tarifa social. Hubo un desmantelamiento de ese servicio a los sectores más humilde. Me puse a hacer cuentas, y ¿sabe cuánto costaba mantener los hogares con tarifa social eléctrica que había en Argentina a fines de 2018? Alrededor de U$S 400 millones. Que era lo que se `timbeaban´ en 2 ó 3 ruedas para mantener el valor del dólar… Entonces ahí tiene las prioridades que le está asignando a esta cuestión, que para nosotros es de sentido común”.
“Nosotros le decíamos a Aranguren y a los que lo siguieron: `La realidad no se comporta como su planilla Excel, porque usted tiene un sendero de crecimiento de la tarifa en dólares, cuando las pymes y los consumidores que cobran en pesos ni siquiera pueden seguir la propia evolución de la inflación –para no hablar de la del dólar-. Entonces lo que hubo una transferencia fenomenal de ingresos de los bolsillos de las familias y las pymes hacia las empresas que prestan el servicio. Nadie les dice que ganen dinero. Pero está claro que hay un proceso de desinversión en materia energética. Y cuando empecemos a crecer –y esperemos que esto ocurra lo antes posible- tendremos serios problemas”, concluyó Lanziani.
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